Al iniciarse el primer semestre del año académico
2015, la Universidad de Panamá, sus Órganos de Gobierno y sus Autoridades le
extienden un caluroso saludo de bienvenida a las decenas de miles de estudiantes
y a la comunidad docente que, con el apoyo fundamental de los funcionarios
administrativos, desarrollarán a lo largo de este nuevo año, las tareas
universitarias de Docencia, Investigación, Saludo de Bienvenida a la Comunidad Universitaria
Extensión, Producción y Servicios.
Empezamos el nuevo año académico inmersos en el panorama complejo de un país
conmocionado por las escandalosas revelaciones de corrupción, apropiación y
despilfarro de los fondos públicos por parte de las más encumbradas autoridades
que encabezaron el gobierno en el período 2009-2014. La nación está sedienta de
justicia y demanda que las investigaciones y las sanciones a los responsables
del atraco a la cosa pública, sienten un precedente aleccionador a fin de que
situaciones como estas no se vuelvan a repetir en los próximos gobiernos.
En lo que atañe a nuestra Universidad, arrecian las campañas de los adversarios
del modelo de Universidad popular y democrática, que perciben que la
universidad volcada al rescate del interior del país, de las comunidades
campesinas e indígenas, atenta contra sus ideas elitistas de una educación
superior exclusiva para los sectores dominantes. No aceptan que los más de 250,000
profesionales que a lo largo de ochenta años la Universidad de Panamá ha
entregado al País, constituyen el recurso más valioso con que este cuenta, lo
que ha contribuido notablemente al crecimiento sostenido de la economía durante
décadas y nos sitúa en los primeros lugares de crecimiento económico de América
Latina. Sin embargo, esta bonanza económica no va aparejada con una
distribución justa de la riqueza social. Por ello nuestra principal batalla
durante los años recientes, y en los años venideros, está orientada a superar
la pobreza y la marginación social a través de la Educación.
Llamamos a los universitarios a
enfrentar estas adversidades con el estudio y la ejemplar entrega a las labores
universitarias, a defender la institucionalidad, la democracia interna y la
autonomía universitaria, cerrándole el paso a la violencia, al irrespeto y a la
deshonestidad. Debemos comprender los universitarios que el buen funcionamiento
de la Institución requiere una base sólida de respeto y tolerancia, estas son
condiciones obligantes que nos permiten consolidar el pensamiento crítico y el
derecho a disentir.
Que el año que se inicia sea pródigo
en logros académicos, que se desarrollen en paz, seguridad y estabilidad
institucional para todos los panameños. Que sea el año del fortalecimiento de
la democracia y de sus instituciones, y que entre todos los universitarios
consolidemos el clima de respeto, trabajo y productividad que demanda el País,
de la Casa de Méndez Pereira.
Ciudad
Universitaria, 16 de marzo de 2015.
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